Dependiendo de nuestro empleo, la comida que más nos conviene puede variar. Influyen mucho las calorías que requiera nuestro trabajo, el esfuerzo físico y mental, la concentración, la memoria...
Si tu trabajo requiere un gran esfuerzo físico, como militar, bombero o deportista, necesitarás alimentos ricos en proteínas y más hidratos de carbono que el resto. Alimentos como pasta, arroz, patatas, huevos te pueden dar la energía perfecta.
Si trabajas al aire libre durante horas, expuesto a la radiación solar y a cualquier factor climático, necesitarás alimentos que protejan tu piel y eviten resfriados o enfermedades. Para ello, frutas como la naranja o el limón, también espinacas, calabaza y los berros te ayudarán a protegerte. Además, es muy importante mantenerse hidratado, beber mucha agua e infusiones.
Si pasas muchas horas de pie como siendo dependiente/a, enfermero/a o peluquero/a deberás ingerir alimentos que te ayuden a mantenerte enérgico y favorezcan tu circulación. En este caso la hidratación y los cítricos también tienen un papel importante. Las nueces, los tomates y la sandía son alimentos que ayudarán a personas que no trabajan sentados.
En el caso de que tu empleo sea sedentario y tengas que pasar muchas horas en la silla, normalmente las calorías gastadas son menores que en los otros casos. Por ello, serán convenientes alimentos poco calóricos y saciantes, como frutas, verduras o el pescado.
Si tu trabajo requiere un gran esfuerzo mental, es bueno que mantengas tu concentración con algo dulce como el chocolate o el cacao, siempre que no sea en grandes cantidades.
Por último, es recomendable llevar un horario y no comer entre horas, cinco comidas al día son suficientes para llevar una dieta saludable y beneficiosa para tu trabajo. Si quieres puedes intentar comer para trabajar en plenas condiciones.
También puedes darte un caprichito de vez en cuando
Fuente: Ebocar
Autor: Anónimo